Mientras Martín clavaba 17 veces el cuchillo en el pecho
de su hermano, Nacho intentaba con todas sus fuerzas moverse. Estaba paralizado
por el miedo, hacía un rato estaba besando al chico que se estaba desangrando
en el suelo a manos de su propio hermano; si no hacía algo pronto él sería el
siguiente.
En un arranque de lucidez optó por volver escaleras a
bajo e ir hacia el aparcamiento, su coche era la única salida posible. Corrió
mientras Martín seguía centrado en Enzo. Su Enzo… Mientras corría pensaba qué injusta
había sido la vida, justo cuando reunió el valor para lanzarse de lleno y
abrirse a su amor, este desaparece en un suspiro y a manos de su hermano.
Pudo llegar a la salida y coger su coche y marcharse. Estaba
frenético, tenía que ir a la policía, al ejército, avisar a la prensa, a
seguridad nacional, a quien fuera, pero necesitaba que alguien hiciese algo
porque él no podría hacer nada.
—¿No puedes ir más rápido?
—Qué cojones… —El chico frenó en seco.
—Vamos a ver Nacho, no frenes que mi hermano no se va a
conformar. Vámonos.
Y ahí estaba Enzo, en cuerpo transparente presente, con
la cara de terror y con las puñaladas aún recientes.
—Enzo, estás muerto.
—¡QUÉ COJONES VOY A ESTAR MUERTO! Acelera antes de que
nos coja.
Nacho pensó que ya razonaría con su amor muerto más
tarde, porque tenía razón. Martín podía estar cerca y quedaban un par de
kilómetros para entrar en la civilización. Lo primero que hizo fue ir a
comisaría, por suerte hicieron caso a un desesperado Nacho mientras un indignado
Enzo no dejaba de gritar que alguien le hiciera caso, hasta que desapareció.
La policía siguió las indicaciones de Nacho y cuando
llegaron al manicomio se encontraron todo tal cual lo describió. Es más, Martín
seguía apuñalando el cuerpo inerte de Enzo. Los médicos dijeron que había
entrado en un frenesí de muerte y ensañamiento, especialmente con su hermano.
Nacho declaró en la policía, y ya le dijeron que iba a
tener que hacerlo unas cuantas veces más. Le trataban como una especie de héroe
por haber sobrevivido a una masacre así. Le dieron el pésame por la pérdida de
su primo Julio, y que menuda “suerte” que Martín se entretuviera con su hermano
y así pudiera pedir ayuda.
Cuando acabó se fue directo a casa, donde no había nadie
ya que sus padres estaban de viaje y él se quedó en la ciudad por la fiesta. Entró
en su habitación y se tiró encima de la cama, ni siquiera encendió la luz.
—Pues igual tienes razón, y estoy muerto.
—Joder —Nacho rodó por su cama y se cayó por el otro
lado—. Pero tú estás muerto.
—Te repites. Pero sí, me di cuenta en comisaría cuando
nadie me hizo ni puñetero caso. Perdón, tenías razón. Así que mi hermano me ha
apuñalado y ahora estoy muerto. ¿Qué tal va tu noche?
Nacho miraba a Enzo entre aterrado, aliviado y fascinado.
Suponía que sufría de estrés postraumático y por eso veía a un muerto. No sabía
si debía seguirle el rollo a su mente o pasar.
—No me ignores por favor, sé que me puedes ver y oír. Y no,
no soy producto de tu imaginación. Y no tengo poderes de leer la mente, es que
se te ve en la cara lo que piensas.
—Para lo muerto que estás no callas —Nacho estaba un poco
ofendido con el fantasma de Enzo.
—Solo para tus oídos, querido —el fantasma sonreía mientras
levantaba las cejas—. A ver qué hago yo de mi vida.
—No ves una luz o algo así.
—No, la única luz que veo es la del pasillo.
—Mierda, me la he dejado encendida.
Nacho se levantó del suelo y se fue directo a apagar la
luz, y se encontró con sus padres que acababan de llegar. Les llamaron de
comisaría para decir que su hijo había sobrevivido a una matanza y volvieron a
casa ipso facto. Tras dos horas de ¿hijo estás bien? ¿qué ha pasado? Y pobre de
tu primo Julio, el muchacho se liberó de su familia y se fue a su habitación. Y
allí estaba Enzo, tirado en la cama con las manos encima de la barriga mirando
el techo con interés.
—¿Qué tal tu familia?
—Tristes y raros. Felices porque yo estoy bien, y tristes
porque mi primo no ha sobrevivido.
—No sabrás por casualidad cómo está la mía. Porque me
imagino un gran drama.
—No, lo siento.
—…
—Esto es una mierda. No es por echarte, pero quiero estar
solo y no me ayudas. ¿Te podrías ir?
—Lo he intentado. Mientras estabas con tus padres he
intentado salir por la ventana, o ir al salón, y no he podido. Creo que estoy
atrapado aquí.
—Pues maravilloso todo. Es oficial: estoy loco.
—No, ya te he dicho que no soy un producto de tu mente.
Soy un producto de la violencia de mi hermano, que estoy
atrapado en este plano existencial, condenado a vagar por la eternidad viendo
como disfrutáis de la vida mientras yo soy la nada.
—Creo que una de las cosas por las que me enamoré de ti fue
ese uso indiscriminado de las palabras rimbombantes.
—Según mi hermano era un repelentito. Pero no sabía hasta
qué punto le tenía frito…
En ese momento la hermana pequeña de Nacho entró como un
rayo en la habitación.
—¡NACHO! ¡Mira lo que he encontrado cuando fui a tirar la
basura! — Diana, con doce años recién cumplidos, traía una toalla entre las
manos.
—A ver, qué has traído —desenvolvió la toalla y ahí había
un gato negro, de unos meses de edad, con muy pocas expectativas de vida —.
Diana, como se entere papá menuda bronca.
—Ya, pero no podía dejarlo con la basura.
—Pero este pobre gatito no va a sobrevivir a esta noche.
—Igual sí —Enzo sonrió y su cara era todo paz y
tranquilidad —. Gracias Nacho, por una noche inolvidable. Te voy a proteger
siempre.
Se esfumó y el gato revivió.
—Enzo ¿Eres tú?
—Miau.
—¡Ja! Le gusta ese nombre. Papa no se va a negar a que
adoptemos a este gatito —Diana estaba feliz.
—Pues no, Enzo se quedará con nosotros para siempre.
FIN
- Este relato está enmarcado en el Reto de escritura de #OrigiReto2018 para el objetivo: 7- Relata una adopción peculiar.
- Podéis consultar las bases y apuntaros a participar en estos preciosos blogs: aquí o aquí. (Son los blogs de @Stiby2 y @MUSAJUE respectivamente.)
- Encontraréis mis demás relatos del reto aquí.
Me encanta XD. Soy super fan del hecho de que está viendo un fantasma y se ponen a hablar de que se ha dejado la luz del pasillo encendida.
ResponderEliminarNo sé cómo lo haces para narrar una historia que en verdad es triste y dramática pero hacerlo con un tono tan desenfadado que toda la presión del drama se evapora, pero me gusta.
También me ha parecido muy original la forma de llevar a cabo el objetivo correspondiente, aunque un poco creepy que tu novio muerto sea tu gato xD.
¡Ciao!
Graciaaaaaaaaaaaaaaass ay que me pongo roja >w<
EliminarEl pobrecico... Ahora estarán juntitos de otra manera.
¡NES! Qué pasada joder, creo que este es el relato favorito mío de los que has hecho. Después de la tensión del anterior me he quedado todo enternecida y con la lágrima a punto con este relato. Es muy triste y a la vez gracioso y demasiadas emociones concentradas en pocas palabras.
ResponderEliminarSe te da bien escribir diálogos, suenan muy creíbles. Me he muerto con lo de la luz y con la hermana de repente entrando sin avisar ni nada. En fin, con todo.
Es una situación dramática pero lo relatas de tal forma que casi ni se nota. Creo que los protagonistas tal vez seguían en shock. O tal vez era yo. En cualquier caso, ¡maravilloso!
No voy a salir de mi rojez >w< jo, muchas gracias. Que contentita que me he puesto, oye xD
ResponderEliminarvoy a seguir poniéndome roja, que no sé que más decir xD
Requetegracias!
Genial continuación al relato anterior Nes, me ha gustado mucho que haya vuelto como espíritu, aunque es algo triste que no se dé cuenta hasta que ve como le ignoran :S. Lo mejor es que se quede como gato, aunque la verdad, tengo curiosidad por saber si van a seguir como pareja o va a tener un gato la leche de celoso xD muy chulo Nes, enhorabuena 😊💙
ResponderEliminar.KATTY.