Recuerdos del ayer


#Origireto2018 Septiembre 2
(Recuperación)

—Espero que todo vaya bien.
—No te preocupes, Marta, que nuestra chica saldrá perfecta de la operación.
—Ya, pero es una operación y solo entrar ahí tiene su peligro —el pánico que sentía la muchacha era real, no le apetecía nada perder al amor de su vida ahora que la había encontrado—. Lo siento es que estoy muy nerviosa y no quiero contagiarte.
—Me voy a repetir mucho, pero no te preocupes más, pero te entiendo. No es fácil ver marchar a un ser querido —los ojos de la abuela Agra se empañaron un poco al recordar a su Faustino.
—Lidia me habló de su marido, me dijo que siempre la apoyó. No entiendo que unos padres tan jóvenes sean tan obtusos.
—Es mi hija, y la querré siempre, pero tiene una guantá a mano abierta. La culpa es de la familia de su marido y la maldita religión. Nunca pensé que la Santa Iglesia de La Nueva Mañana fuese más radical que cualquiera de las viejas religiones. Hay hija, una se empeña en educar bien a los hijos y al final hacen lo que les da la gana. Y me parecería perfecto si no hicieran daño a los demás —Agra cerró los ojos, inspiró hondo, contó hasta cinco y volvió a abrir los ojos—. Perdóname, que este tema me enciende.
—La culpa es mía por mentarlos — la chica cogió la mano de la señora—. Bueno cuénteme algo de Faustino, ¿cómo se conocieron?
—Uy muchacha, eso tiene miga porque fue bastante ridículo. Como sabes antiguamente no era tan moderno como ahora. Que la operación de Lidia va a durar media hora, y antiguamente duraba horas. Sigue habiendo riesgos, pero ni punto de comparación a como era antes.

<<Era abril de 2074, mis amigas y yo íbamos al mismo antro todos los sábados. Los coches eléctricos ya eran una realidad y daba gusto pasear por las ciudades. No me mires así, todavía quedaba algún coche de combustión que se resistía a desaparecer (a pesar de las multas que ponían por conducirlos) y el transporte público era una maravilla. Empezaba a ser gratuito y a ser de uso masivo.

Cogimos uno de los publi-buses, yo me escandalizaba un poco por eso de que no tuvieran conductor porque me daba miedo que nos estampáramos contra un árbol. Y nos dirigimos a pasar una noche de infarto. Yo tenía una melena de escándalo, mis amigas envidiaban mi melena. Me costó años tenerla tan larga, pero bueno, estaba bien hermosa y dispuesta a disfrutar de la noche. Ahí que íbamos: Carmen, Pepi, Ruth y yo.

—Agra, de verdad no se como aguantas al petardo de Carlos —mi amiga Carmen era un poco pija, pero no era mala chica.
—Pues porque es mi amigo de toda la vida, y sus amigos son majos. Además, te he visto haciéndole ojitos a Marcos.
—Bueno, es que es muy majo —Carmen se puso rojísima, era muy divertido hacerla rabiar.

Entramos en el garito, y el ambiente ya estaba cargado, y eso que ya era pronto. Nos reunimos en el centro de la pista con Carlos y sus amigos. Carmen rápidamente se puso junto a Marcos y claro, nos dio la risa floja.

—¿De qué os reís? —Carlos nos ofreció su copa. Era un método de saber si queríamos algo de beber y luego él iba a la barra a por más bebida. Nosotras negamos con la cabeza, nos gustaba comprarnos nuestra propia bebida. Además, no nos gustaba el alcohol, sabía a rayos.
—De nada, Carlitos. ¿Cuánto lleváis aquí?
—Una hora, esto está animadísimo —él ya llevaba la camisa con dos botones desabrochados, y el pelo aplastado de haber estado bailando sin parar.
—Ya veo ya. Bueno, vamos a la barra a pedir algo, ahora volvemos —dejamos a los chicos bailando al ritmo de un nuevo grupo coreano, bueno y a Carmen que ya estaba “enganchada” con Marcos… Tú ya me entiendes.

En la barra pedimos unos refrescos y nos quedamos allí a ver el panorama, la verdad es que no podía ser más prometedor: miles de chavales disfrutando de la música, chicas con chicas, chicos con chicos, chicas y chicos… Bueno, tu ya me entiendes, se respiraba libertad y nada de miedo a ser quien eras en realidad. Mi amiga Ruth era bisexual, me explicó quinientas veces como se sentía (cada vez que se pasaba con el azúcar) y yo le decía quinientas veces que me daba igual, que yo la iba a querer igual y que siempre iba a estar con ella. Y ahí estamos, que ahora vamos juntas al centro de día y nos lo pasamos pipa. A día de hoy, Carmen sigue pensado que alguna vez nos liamos, pero nunca ocurrió. Me gustaban demasiado los chicos para que eso ocurriese.

Al cabo de una hora yo estaba chorreando, hacía demasiado calor en el lugar y se me estaba empezando a rizar el pelo, cosa que no podía consentir.

—Chicas me voy al baño, ¿os venís? —No me hicieron ni caso, Pepi estaba hablando con un chico con mucho interés y Ruth se fue directa a comerle los morros a una chica. Así se perdió la sagrada tradición de ir dos chicas juntas al baño.

Los baños empezaban a ser muy sofisticados, había oído que había garitos que ya tenían duchas en los baños. Aquel era de los mas normalitos, lo más nuevo que tenía era un secador de manos que se podía utilizar para el pelo y el cuerpo, por si te caía bebida encima.

No había nadie en el baño, cosa normal desde que la cocaína se esfumó del planeta. Me mojé el pelo en una de las piletas, me peiné (nunca salía de casa sin un buen peine en el bolso, igual que ahora) y me dispuse a probar el nuevo secador.

Como intuirás: fue un desastre. Al principio fue todo bien, pero a los treinta segundos la máquina se tragó mi pelo. Pedí socorro como pude, y el primero que vino fue un chico.

—¡Ay madre! —Faustino paró la máquina, pero no fue suficiente. Rompió un espejo y me cortó el pelo con un cacho de cristal.
—Gracias —acabé en el suelo y con el pelo por los hombros— Soy Agra, ¿cómo te llamas?
—Faustino.

Amor a primera vista.>>


FIN

  • Este relato está enmarcado en el Reto de escritura de #OrigiReto2018 para el objetivo 22- Relata una situación en la que alguien se vea obligado a cortarse el pelo por un motivo fuera de lo corriente.
  • Podéis consultar las bases y apuntaros a participar en estos preciosos blogs: aquí o aquí. (Son los blogs de @Stiby2 y @MUSAJUE respectivamente.)
  • Encontraréis mis demás relatos del reto aquí



CONVERSATION

3 comentarios:

  1. Hola guapa!
    Menos mal que me avisaste porque había perdido este relato en el limbo de los relatos.
    Hay una cosa que me gusta mucho de tus relatos y es que no se intuye desde el principio qué objetivo vas a hacer. Al inicio pensaba que sería el de las preguntas porque hay varias muy seguidas. Pero ha sido sorprendente descubrir cual era al final.
    Empleas mucho diálogo pero queda bien, ya voy notando que es una de tus características, sueles dejar hablar mucho a tus personajes, creo que somos polos opuestos en eso porque los míos casi no hablan ni sé coómo son en realidad.

    Me ha gsutado mucho el tono de tu protagonista y cómo se nota que el narrador del relato es en realidad una anciana que lo está contando oralmente, porque metes muletillas y está muy curioso ese detalle.

    Un abrazo!

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    1. ¡Me alegro un montón que te guste! Y por fin ya no hay más relatos en el limbo, ahora a ver si salen los de diciembre, que a este paso no sé yo xDDD

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  2. Vaya in viaje este relato, vas de una cosa a otra que ni te lo esperas con el cambio de tema xD Me encanta el final que te deja un poco igual xD como la vida misma. Lo de los coches eléctricos se te quedó un poco atrás en el futuro que ya hay mogollon xDD pero es la gracia de leerlo ya a los meses xD Entretenido, muy amenos, no importa qu no sepas a donde va porque lo he disfrutado igualmente. La forma en que habla con n pasado del futuro me ya parecido genial y la historia de como co conocieron al final termina siendo algo super random xD aunque mas que obligada a cortarse el pelo lo corta por accidente ¿? En definitiva muy chulo, me gusta como co explica la abuela :P

    Un abrazote wapa ;3
    .KATTY.

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