Soy un gato. Respeto la santidad del sueño.

Como ya os fuimos contando, Neswi y yo hicimos varias Lecturas Conjuntas de Las Crónicas de Kane, de Rick Riordan. Empezamos con La Pirámide Roja a finales de 2018, que reseñé en enero de 2019, y seguimos con El Trono de Fuego en diciembre de 2019, con reseña en marzo de 2020. Precisamente ese mismo marzo decidimos finalizar la trilogía y procedimos a leer la última entrega: La Sombra de la Serpiente. Y yo procedí a... Escribir una reseña y olvidarme de publicarla. Porque sí soy. Me acordé de ella cuando organizamos otra LC con Esther, Stiby y Kio, que para nosotras dos era una relectura pero que era nueva para ellas tres y descubrí que no encontraba esta reseña hasta que estuve buscando en los borradores. Así que bueno, aquí se viene.

Si los dos libros anteriores era difícil no ventilarse el libro en una tarde, en éste ya fue directamente imposible dosificar la lectura (al menos cuando fuimos dos). Neswi me adelantó un montón así que al final ambas tiramos la toalla y terminamos el libro en un suspiro, porque si este libro es algo, es frenético. El estilo rápido, divertido y lleno de acción de Riordan desborda en este libro, lleno de bromas, juegos de palabras, acción, aventura, traiciones y giros de trama que hacen imposible aburrirse en esta lectura.

Los hermanos siguen tan maravillosos como siempre, aportando un toque de personalidades mágicas. El elenco en este libro explota, trayendo a todos los personajes importantes para una coda final impresionante. El libro va más allá de familiarizar a les lectores con la mitología egipcia y empieza a centrarse más en la trama y en la acción, aunque sigue aportando detalles interesantísimos dentro de la fantasía mítica. Las tramas se resuelven, se enredan y se desenredan para terminar cerrando, pero no del todo, esta historia de hermandad, amistad y romance que ha desarrollado Riordan a lo largo de tres libros.

Siempre suelo mencionar la importatísima carga de representación de colectivos que suelen tener los libros de Rick Riordan y lo cierto es que ese es el principal fallo que le encuentro a esta conclusión de los acontecimientos: Riordan parece "olvidarse" de gran parte de la representación étnica que tan importante era al principio para centrarse únicamente en la historia y, si bien es comprensible, hace que este libro y especialmente las tramas secundarias románticas no-diversas que aparecen, me parezcan más innecesarios.

Por supuesto, eso no le quita valor a la obra de nuestro querido Tito Rick. Siguiendo el orden de publicación, aún nos quedan varios libros para que podamos leer el crossover entre Percy Jackson y los hermanos Kane, así que con suerte, queda aún una reseña para completar la colección de los hermanos Kane. Y, por eso, os recomiendo encarecidamente esta lectura.