Amapolas

Amapolas


Los jardines del castillo están tranquilos. El sol aún está saliendo, y la mayoría de residentes están dormidos aún. Una apenas puede ver un par de guardias en la puerta. Si alguien fuera a mirar en la zona dedicada a sirvientes, ahí sí que hay actividad. Provisiones entrando en la cocina, el horno del pan trabajando intensamente, uniformes siendo preparados para el largo día de trabajo. Nada fuera de lo habitual. Excepto, claro está, si alguien fuera a mirar un poco más arriba. En unas salas apenas usadas, a medio camino entre las cocinas y la biblioteca, hay una sección que la mayoría de habitantes del castillo intentan evitar, tanto generalmente como hoy en particular. La luz se cuela por las ventanas abiertas al jardín, y en su interior se encuentran una docena y media de personas con caras en diversos grados de concentración y sueño, rasgando sus plumas en los pergaminos. 

Si alguien pasara por ahí, sin saber qué día es, y entrara en la sala, sin saber qué sala es, se sorprendería ante la imagen de tantas personas que no pertenecen al castillo, con sus ropas de diversas procedencias, colores y estilos que destacan tanto contra el elaborado sistema de rangos y funciones del castillo. Probablemente los ojos de cualquier posible observador terminarían posándose en la última fila, segunda participante desde la derecha, melena negra azabache. Emana una aura de determinación que atrae, de vez en cuando, las miradas furtivas de sus compañeros y escribe tan rápidamente que parece estar poseída. Aunque no debería estarlo, los dispositivos de seguridad lo habrían detectado de ser el caso. 

Coincidiendo con el fin de la salida del sol, la mujer al frente de la sala toca una pequeña campanilla y todos sus invitados paran de escribir. El uniforme beige con detalles verdes la identifica como parte del equipo de herboristas y las medallas en la solapa, como la jefa: la Honorable Profesora y Doctora Marín. Todos los participantes la miran con expectación mientras recoge los pergaminos, paseándose tranquilamente entre las hileras de nerviosos aspirantes. Se detiene un momento ante el pergamino más largo de todos, de una tal “Blanc, Neus”, antes de sonreírle a su propietaria y seguir con su lento deambular. 

Neus suspira. Ha notado las miradas de sus compañeros desde que llegó a las puertas del palacio antes del amanecer, corriendo. Sabe que se nota que ella no es de ciudad, como ellos, pese a estar llevando su mejor corsé y su mejor peineta, y que no ha ayudado llamar tanto la atención durante el examen escrito. Pero poco se le puede hacer. Avanzan todos hacia la primera prueba práctica, en rebaño, pero mientras el resto se reúnen en pequeños grupos, ella se queda sola, oyéndoles comentar acerca de compañeros que esperarán a las próximas pruebas o de libros de texto. En la segunda sala, el laboratorio, se les entrega una hoja de instrucciones y una caja con ingredientes a cada uno. La prueba es simple: etiquetar cada botella. Tienen acceso al microscopio de la sala, aunque deberán compartirlo entre todos, y pueden usar su instrumental propio. Rápidamente la sala se llena de plata y oro, de pesas y balanzas con los emblemas de las casas reales grabados a fuego y de cuchillos de precisión con mangos engarzados en piedras preciosas. 

Neus no saca nada de su gastada bolsa de cuero. Se limita a trabajar con cuidado y detenimiento, abstrayéndose del mundo que la rodea. Lo primero es comprobar que todas las jarras sean iguales, para evitar errores de juicio debido a los diferentes tipos o colores del cristal, y efectivamente, termina requiriendo comprobar todos los productos abriendo las jarras. Colocándose la bufanda delante de la cara y tapándose la boca y la nariz, procede a hacer una rudimentaria organización. Algunos ingredientes están claros: cerezas confitadas, canela, pétalos de rosa, escamas de dragón dorado. Pero hay otros más difíciles: ¿son esas hojas de belladona o de berenjena? ¿Es eso miel o sangre de ámbar? ¿Comida, remedio curativo, veneno, o todas a la vez? Lo necesario para la clasificación es fácil: conocimientos y capacidad de observación, además de un buen olfato y habilidad práctica. Sería especialmente útil para esta prueba que alguien estuviera acostumbrado no sólo a estudiar los detalles para ser herborista pero también a prepara medicinas, pociones, venenos, comida y alquimia. Pero ningún hijo de ningún noble se prepara nunca tanto. 

Para cuando la última botella es etiquetada con la delicada caligrafía de Neus y ésta se ha secado el sudor de la frente, apenas quedan granos de arena en la parte superior del reloj. No va a poder repasar, así que se relaja, se destapa la cara y se toma un par de segundos para descansar las piernas sentada en el taburete. Aún queda mucho día, y muchas pruebas, por delante. 

Cuando la Honorable Marín les informa de que tienen un pequeño descanso hasta la siguiente prueba, Neus no termina de creérselo. Sus padres siempre le han contado acerca de los nobles que les compran las piedras preciosas que ellos extraen de la mina, de sus suntuosas vidas y de sus misterios, pero ella duda que puedan realmente permitirse un descanso a media mañana. Sin embargo, son rápidamente conducidos en rebaño de vuelta a la primera sala, que ha sido llenada de comida por alguien. De hecho, por el asistente a la Honorable, cuya posición como experto en curación de heridas físicas le convierte, aparentemente, en el mejor candidato para realizar todas las tareas de supervisión relacionadas con las pruebas para encontrar a nuevos aprendices. Aprendices que, ahora mismo, se están abalanzando sobre el refrigerio como lobos famélicos. 

No todos, en realidad. Neus parece dudar. El tentempié consiste de té, para ayudar a la concentración, con la opción de añadirle azúcar o miel, a gusto personal. Hay unas pastas, que Neus no tocará porque no come nada con productos de origen animal y probablemente incluyan manteca, y algunas piezas de fruta. Finalmente, toma una manzana. Tiene una pinta extraña. Siempre le han dicho que tiene los labios rojos como una manzana, pero la que tiene delante no se parece a las que siempre ha visto, ni a sus labios. Es del color de las amapolas silvestres, no del color de las rosas. Del color de un arma al rojo vivo, no del color de la sangre. Quizá las manzanas tengan un color distinto en el palacio al que tienen en el bosque. Quizá las manzanas del palacio brillen mucho más. Quizá… También huelan raro. 

Neus nunca llega a morder la manzana. Está segura que ni las manzanas de palacio deberían oler a amapola real. A adormidera, de hecho, a opio, a analgésico. Rápidamente mira a su alrededor, pero sus compañeros parecen estar bien. Nadie le está prestando atención, ni a ella ni a las manzanas, así que procede a sacar su instrumental de su bolsa, de la que no se separa nunca. Cuidadosamente selecciona su daga de cristal, la única con un filo especialmente adecuado para rascar la superficie. Y, efectivamente, algo se va desprendiendo de la piel de la manzana y cayendo, despacito, en el pañuelo que ha dejado debajo preparado. Una pequeña comprobación, y eso es adormidera en polvo. Y el resto de sus compañeros… Están todos cayendo lentamente bajo sus efectos. La manzana, el resto de la comida y el té están ralentizando los efectos, pero es difícil oponerse a los efectos hipnóticos del somnífero en su estado actual. 

Cuando entra la Honorable Marín, sólo queda una candidata lista para enfrentarse a la tercera prueba. Una candidata preocupada por la salud de todos sus adversarios, que han sido engañados, y cuyas posiciones pueden provocarles contracturas, dolores y algún que otro resfriado. Una candidata que destaca por su rapidez mental, por sus habilidades y por su aspecto. Una candidata que aún tiene mucho día, y muchas pruebas, por delante. Pero Neus Blanc no se rinde, ni se rendirá.


FIN

  • Este relato forma parte del Reto de Escritura #Origireto2019, organizado por Stiby, de Sólo un capítulo más, y Katty, de La Pluma Azul de KATTY.
  • Este relato, de 1323 palabras, corresponde al objetivo 12, Crea tu propia versión de un cuento conocido.
  • Para esta historia se incluyen los objetos 1, una daga de cristal, y 22, un microscopio.
  • Para Medallas, incluye a una protagonista de clase baja, por lo tanto siendo protagonizado por una persona no normativa, cumpliendo 5/3 para Interesante. También está protagonizado por una mujer, cumpliendo 6/6 para Feminista.
  • Podéis encontrar el resto de mis entradas para el #Origireto2019 aquí, y las de Neswina aquí. O, en su defecto, los de ambas aquí.

OrigiPuntos mensuales: 15. OrigiPuntos totales: 90


6 Medallas Mensuales. 4 Medallas Extra

CONVERSATION

16 comentarios:

  1. Muy buenas!!

    Oh, pues me ha gustado mucho! es una reinterpretación súper libre y muy alejada del cuento original, lo cual le da más dificultad, en mi opinión, que siempre soy muy de irme al canon aunque variando algunas cosas.

    La protagonista me ha encantado y sobre todo el momento en que descubre el engaño con la manzana, fetén! No me lo esperaba, y creo que los profesores tampoco. Lástima que tenga que pasar más pruebas pero creo que lo conseguirá.

    Genial relato!

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    1. ¡Holi Jefa!

      Eres súper rápida para leer y comentar :O Pero me alegra que te haya gustado mucho, la verdad. Me daba un poco de miedo que al final la gente dudara acerca del relato, pero me alegra ver que está funcionando bien.

      ¡Gracias por pasarte a leer y comentar, un abrazo!

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  2. Me parece una fantasía que hayamos coincidido así sin proponérnoslo xD. Si nos organizamos dominamos el mundo, tía, ya estamos tardando (?).

    Pues lo que ya te he comentado por telegram, que me encanta que hayas convertido Blancanieves en la selectividad xD. Y que he entendido la referencia de la Hermana Marín, wii. Me ha costado tres referencias pillar una.

    ¡Hasta luego!

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    1. ¡Holi!

      Es el destino uniéndonos, porque molamos y ya estamos tardando en dominar el mundo o al menos el OrigiReto (?)

      Bueno, entonces sólo tengo que poner dos referencias más que no vas a ver antes de poner una para ti, ¿no? xD

      Muchas gracias por leer el relato y por la fantasía de habernos cuadrado tan bien.

      ¡Besis!

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  3. Cómo siempre, GENIAL. ¡Me ha encantado! 😍 No me esperaba una Blancanieves así, pero quiero más :)

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    1. ¡Muchas gracias, querida mía!

      Tristemente, no hay más, pero siempre puedes leer a Esther, que ya verás xD

      ¡Un besazo!

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  4. ¡Hola!
    Has cambiado el cuento de una forma radical, dejando muy claramente que no tenemos que ser rescatadas, que somos muy inteligentes y nos valemos por nosotras mismas. Me encantan esos cuentos donde no se espera al príncipe azul, vamos dejando aún lado aquellos estereotipos. Ha sido un placer leerlo.

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    1. ¡Hola!

      Gracias por leer y comentar, ante todo. Me alegra mucho que te hayan gustado el relato y el girito que le he dado a la historia.

      ¡Gracias otra vez!

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  5. Una reinterpretación genial Kam. Al principio estaba un tanto desubicado, no sabía si estaba leyendo un fanfic de Harry Potter y estaba tan empanado que no había caído en el nombre de la protagonista. Me gusta ese personaje tenaz que no necesita que nadie la salve y va superando cada desafío. Te ha quedado redonda, felicidades.

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    1. ¡Holi!

      Muchas gracias por pasarte a leer y a comentar. Parece ser que el nombre de la protagonista se le está pasando a mucha gente, no lo habré hecho lo suficientemente obvio... Pero me alegra que pese a la confusión inicial te haya gustado.

      ¡Hasta la próxima!

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  6. Pues yo estaba también pensando en Harry Potter y en una suerte de escribanía medieval hasta que he reconocido la manzana... y he tenido que releer el relato jejejeje en la segunda lectura he encontrado muchos matices interesantes, y he podido disfrutar de tu prosa fluida y de la reinvención total del cuento original ¡Enhorabuena por una idea brillante y un desarrollo genial!
    Enlazo un microrrelato para el Origireto 2019 con este relato
    https://yarckoykalen.blogspot.com/2019/07/justicia-microrrelato-origireto2019.html

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    1. ¡Muchas gracias por leer y comentar!

      La idea de la escribanía medieval me gusta, es una pena que no se me ocurriera a mí... Pero me alegro mucho de que te gustara, muchas gracias por tus bonitas palabras.

      ¡Voy corriendo a leer el microrrelato!

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  7. Me encanta la forma en la que has tomado el objetivo, Blanc (a) Neus.... y la poma enverinada xDme Me parece genial que sea un examen, y creo que la forma en que supera la prueba es espectacular. Desconfiar y analizar todo me parece una forma perfecta de sobrevivir. Muy entretenido y muy bien usados la pluma y la daga de cristal. Genial todo, de gamba ;3

    Un saludito y gracias.

    .KATTY.

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    1. ¡Holi guapa!

      Muchas gracias por leer y comentar siempre. Y gracias por caer en lo de Blanc (a) Neus, jajajaja. ¡Pero la pluma no era objeto! Era el microscopio, jajaja, ni me había dado cuenta de haber puesto uno de más xD

      Muchas gracias por tus bonitas palabras cariño.

      ¡Un besazo!

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  8. Un cuento transformado de manera muy inteligente. Blancanieves fue mucho más fácil de engañar, supongo que antes se daba la inocencia como un atributo más de belleza. Por suerte ha cambiado la cosa hoy en día, como creo que demuestra este relato, siendo la inteligencia la que se considera como un atributo más de la belleza.
    Nos leemos.

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    1. Gracias por leer y comentar, me alegra mucho saber que el relato está gustando, especialmente siendo una adaptación tan libre.

      ¡Hasta la próxima!

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