El día que fue

The Umbrella Academy es una adaptación de Netflix del cómic del mismo nombre. El cómic, guionizado por Gerard Way y dibujado por Gabriel Bá, ya ha sido reseñado aquí. La adaptación a la pequeña pantalla ha sido llevado a cabo por Steve Blackman, conocido por sus trabajos en Bones y Fargo, y Jeremy Slater, de Los Cuatro Fantásticos y Death Note. Tras el éxito de la primera temporada, la serie ya ha sido renovada para una segunda.

La primera temporada consta de diez episodios, cuya longitud se encuentra entre 40 y 60 minutos para cada uno. Es fácil comprender el éxito de la serie con un simple vistazo al primer episodio, llamado "We Only See Each Other At Weddings and Funerals" o, en castellano, "Solo nos vemos en las bodas y los funerales", nombre prestado del segundo capítulo del primer volumen del cómic. La historia se inicia presentándonos a los hermanos: las especiales circumstancias de su nacimiento, y acto seguido, cómo descubren, ya de adultos, que su padre adoptivo, Sir Hargreeves, ha muerto. Con un hermano fallecido tiempo atrás y otro desaparecido en la infancia, los cinco hijos restantes se reunirán otra vez en la mansión en la que fueron criados, para hacer las paces con la muerte de su padre.

La historia combina una trama de misterio y thriller acerca de sus superpoderes y la salvación del mundo junto con otra trama mucho más humana centrada en las relaciones interpersonales de esta familia disfuncional, afectada no sólo por sus poderes superhumanos pero también por la estricta presencia de Sir Hargreeves, un padre estricto y nada afectivo. Acompañando esta narración está un elaborado uso de tropos y clichés para mantener al espectador en un estado de suspense y de interés perpetuos, aprovechando tropos para reforzar algunos personajes y rompiendo clichés para crear puntos de sorpresa. Esta historia tan intrigante y adictiva va acompañada por una dirección muy cuidadosa, una banda sonora muy trabajada, unos efectos especiales escasos pero muy resultones, y, sobretodo, una escenografía impresionante. El trabajo de diseño de vestuario, diseño de escenarios, maquillaje y, especialmente, cámara e iluminación son intachables. Incluso para aquellos que no se sienten especialmente inclinados hacia la premisa de esta serie, la recomendaría exclusivamente por su cualdiad técnica.

Sin embargo, una adaptación no requiere únicamente sostenerse por sí misma, no existe en un vacío. Una adaptación existe en relación a su obra original. Y, en este caso, las licencias creativas son mucho más amplias de lo recomendable en una adaptación. Es difícil valorar estas cosas sin entrar elementos avanzados de la trama, pero sí que es importante remarcar que esta serie, si bien parte del mismo sitio que el cómic, se separa completamente de él directamente en el primer episodio, modificando variables y alterando gravemente la trama. También modifica en gran medida el aspecto físico de algunos personajes (N. 1 especialmente), sus poderes (N. 2, N. 3 y N. 4 siendo los más afectados) y su personalidad (N. 7). Debido a ello, y si bien es una serie atractiva por sí misma, resultó algo decepcionante como adaptación, puesto que su modificación de ciertos elementos convirtieron el cómic en una serie mucho más común y habitual que la fuente original.