Madrid 12 Febrero 2017, 8:00 am
<<Maldita sea. Otra vez ha vuelto a pasar. Me he despertado en la cama sin recordar prácticamente nada. La psicóloga me ha recomendado que cuando tenga estos episodios de pérdida de memoria escriba un diario. Es la quinta vez que tengo que escribir algo. Aunque se que esta vez hay algo diferente: Creo que recuerdo algo.
Empezaré por algo fácil de recordar: mi desayuno.
Tuve un desayuno de trabajo con el embajador de Rusia, podría haberlo hecho cualquiera de mis ayudantes, pero era un asunto algo delicado y quería hacerlo personalmente.
La verdad es que asustó bastante a Dimitri, se esperaba a Alfonso y me encontró a mi. Fue divertido ver su cara de circunstancias. Normalmente cuando la gente me mira solo ve a un señor mayor que parece que no sabe lo que hace, y normalmente si que se lo que me hago...
Exceptuando estas lagunas, por que no nos engañemos perder un día de tu memoria no es algo normal,lo bueno es que me pasa poco. Mi mujer está muy preocupada, cree es por culpa de mi trabajo que el estrés me va a matar un día, pero se que mi trabajo es lo que me mantiene cuerdo y conectado con mi alrededor. Mi hijo no sabe nada de esto, y espero que no lo sepa, bastante tiene con cargar con la fama de su padre, no es menester que sepa más y se agobie demasiado.
Bueno, que me entretengo demasiado y esto es algo que tengo que hacer para centrarme.
El desayuno, si. Fue bien, Dimitri y su mujer Natasha (por cierto, que nombres más típicos) nos atendieron muy bien. Mi equipo salió encantado con el desayuno que habían servido y yo también, pero por otro motivo: el problema con Rusia se había solucionado. Un problema menos del que preocuparse.
El siguiente punto de mi agenda era encontrarme con un grupo de empresarios, para ello tuvimos que coger el avión, no es la parte que más me gusta de mi trabajo, pero bueno.
En honor a la verdad he de decir que el encuentro fue tedioso, esa gente no hacen más que pedir. Bueno, más que pedir exigen. Y exigen. Y no paran. Muchas veces se piensan que tienen el poder de decisión, pero no es así: yo decido el cómo, el cuándo y el por qué. Sobretodo en una ciudad de paletos.
La reunión, la verdad es que fue breve, muchos sisis, un par de noes y a otro punto en la agenda.
Fuimos a visitar una fábrica cercana al encuentro con los empresarios. Seamos sinceros, si no hubiera tenido ese encuentro con los encorbatados iba a ir a visitarla Rita “la cantaora”. Pero bueno, salí con tres cajas de sobaos. Cantabria siempre me recibe bien.
Después vuelta al avión rumbo a casa, no me daría tiempo de comer en casa así que comí en el avión mientras veía las noticias. Todo sigue igual: la gente se queja. Todo el mundo se queja. Ojalá pudiera quejarme yo.
A veces pienso que me miran con pena, como si no supiera hacer mi trabajo. Y creo que lo hago bastante bien, creo que todo iría mucho peor si no fuera por mis buenas decisiones.
Al llegar a Madrid todo se vuelve un poco borroso.
Se que me reuní con mi equipo y que hablamos de algo. Ni siquiera me importa de qué hablamos, seguramente cualquier tema de índole económica, solo recuerdo que se me hacía larga, que bebía mucha agua y que tenía muchísimas ganas de salir de esa sala de reuniones.
En algún momento de la tarde se que vi a mi mujer, y mi hijo me dijo algo...Y todo empieza a estar más difuso. Recuerdo salir al jardín de casa.Si. Es invierno pero no tenía frío la verdad. Recuerdo la luna alta, brillante y redonda. Absurdamente redonda y enorme. Y luego la sed. Mucha sed. Y muchas ganas de correr.
Es cierto que aquel día no pude hacer mucho deporte por mi agenda. Así que decidí ponerme las zapatillas y salir a hacer mi andaina diaria. A mis guardaespaldas no les haría ninguna gracia que saliese tan tarde, pero yo necesitaba hacerlo. Una necesidad que salía dentro de mi.Y no fue difícil darles esquinazo.
Y empecé a caminar, luego a trotar...Y luego a correr. Corrí como nunca. Me sentí vital, me sentí joven otra vez. Fuera las cargas de trabajo, la familia… Solo estaba yo y la ciudad.
Por que no se como llegué a la ciudad, suerte que me había cambiado y me pude calar la capucha para que la gente no me reconociera. Pero todos iban demasiado pendientes de lo suyo.
No. No pudo haber pasado eso. Recuerdo la sed. La fragancia embriagadora. Aquella mujer que reía de manera musical despidiéndose de sus amigas. Fue fácil seguir ese Uber. Y solo recuerdo el frenesí que sentí en un momento dado, la plenitud. Nunca había sentido una felicidad tan plena, ni siquiera cuando me casé. Y ese día fue felicísimo.
No es que recuerde mucho más, solo se que me he despertado con la ropa con la que salí ayer noche, y he dormido en una de las habitaciones de invitados.
Había sangre en mi ropa. Y en mis manos.
No se como he vuelto a casa. Tendré que revisar las cintas de seguridad, y quizá sobornar a algún miembro del equipo. No es algo ético, pero me da miedo la verdad.>>
Con el punto final suena la puerta de la habitación, guardo los folios y el boli en el escritorio con toda la normalidad que puedo y enciendo la tele para fingir mi rutina diaria. Y el telediario matinal de TVE aparece en pantalla.
“...Esta mañana fue encontrado el cadáver de una mujer en las inmediaciones del Matadero (que depende del ayuntamiento de Madrid), todavía es pronto para saber las causas oficiales de la muerte, pero se dice que la mujer está desmembrada y totalmente desangrada…”
— Señor Presidente, su primera cita del día le espera en el despacho. — Merche me sonreía inocente.
— Claro, ahora voy — Miré la pantalla atónito, no me lo creía. Los recuerdos de la noche anterior me golpearon duro. Todo lo borrado vuelve y el pánico se apodera de mi.
FIN
- Este relato está enmarcado en el Reto de escritura de #OrigiReto2018 para el objetivo: 19 - Narra un día cualquiera en la vida de un monstruo.
- Podéis consultar las bases y apuntaros a participar en estos preciosos blogs: aquí o aqui.. (Son los blogs de @Stiby2 y @MUSAJUE respectivamente.
- Podéis encontrar mis demás relatos del reto aquí
Neswi cielo, ¡te has lucido! Te ha salido genial, no me esperaba el final para nada. Sigue así, preciosa.
ResponderEliminarBuen relato ^^ Me gusta cómo lo vas encaminando hacia ese desenlace final. Genial idea, sin sensación de prisa y con ritmo. Cumple totalmente el ejercicio y ese toque natural que le das como persona importante lo hace más creíble todavía. Ahora sí, hay algo que debo decir sí o sí... Siento cortar el rollo pero por alguna razón desconocida se me ha aparecido la imagen de Rajoy como personaje principal y a pesar del tono inquietante del relato, de pronto me ha parecido muy gracioso xD Perdón, mi cabeza va a su rollo...
ResponderEliminarBueno consejillos y tal:
En general está muy bien, solo hay algunos detalles, y más que nada creo que te falta un poquito de mano con la puntuación, que puede parecer simple pero no, y con algunos acentos tipo “sí”, “mí”, “sé” y “qué”. Te pongo algunos de los ejemplos que encontré por no alargarlo mucho, pero seguro que lo solventas con una revisión rápida ^^.
“...me encontró a mi.” -acento-
“...y normalmente si que se lo que me hago...” -acento x 2-
“...por que no nos engañemos perder un día de tu memoria...” -aquí encuadraría el “no nos engañemos” entre comas, o al menos una detrás-
“Dimitri y su mujer Natasha (por cierto, que nombres más típicos) ” -coma y espacio antes del nombre, el paréntesis va seguido y coma justo al cerrar el paréntesis-
“ese encuentro con los encorbatados iba a ir a visitarla Rita “la cantaora”.” -encorbatados lo pondría entre comillas y la cantaora creo que es en mayúsculas-
“...al jardín de casa.Si. Es invierno...” -después de casa punto y luego espacio, Sí con acento-
“andaina” - ¿caminata? No conozco la palabra :S-
“me golpearon duro” -aquí creo que deberías decirlo en presente-
“...le espera en el despacho. — Merche me sonreía inocente.” -el guión largo enmarca al narrador, sin espacios-.
Nada grave ya ves :P y en cuanto pueda comento también tu segundo ejercicio de febrero!
.KATTY.
@Musajue
Buenas! Ya estoy por aquí.
ResponderEliminarTenía ganas de leer tus relatos porque me gusta bastante tu estilo, la verdad, así que los he dejado para el final xD.
Me ha gustado mucho la idea y la forma en que has relatado este objetivo. Me ha pasado como a Katty, me he imaginado a Rajoy, aunque en mi caso es por algo en lo que estoy pensando y me tiene la cabeza loca, nada grave jaja.
De todos modos, repito que me ha gustado mucho el enfoque y la naturalidad del relato. Muy chulo, de verdad. Enhorabuena.
Un detallito, cuando pones "sé" del verbo ser "sé que vi a mi mujer" o "no sé cómo llegué", por ejemplo, debería ir con tilde (también el cómo al ser pregunta implícita). Es una diacrítica para diferenciarlo del pronombre se en, por ejemplo, "se fue a la cama". Esto te pasa con bastantes palabras con tilde diacrítica como "Recuerdo salir al jardín de casa.Si." (ese "sí" lleva tilde al ser afirmación y no condicional). También el "mí" en "el pánico se apodera de mi".
Eso es lo único que he visto confuso, las tildes. El resto del relato me ha parecido perfecto.
¡Voy a por el siguiente!