Bergen: el no tan alto (#Origireto2018 Enero-2)

Segundo reto para el #Origireto2018 Enero2



-Vamos a ver, tu hazme caso a mi, que se lo que me hago- Klaus miraba a Bergen un poco escéptico intentando hacerle ver que su idea era mucho mejor que la suya. Aunque ni él tenía claro lo que quería hacer. solo sabía que debía hacerlo. Por lo menos así impresionaría a Victoria.
-No se si presentarnos en su fiesta sin invitación…-Bergen estaba preocupado.
-En serio, hazme caso. Y además si que tengo invitación. Victoria es mi amiga- Klaus mostró orgulloso la invitación en su móvil.
-Estupendo, pero yo no. Y no se si quiero ir- Berger era un muchacho un poco apocado, muy buen chaval, estudioso y muy sueco. En serio es el prototipo de chico sueco: super rubio, con los ojos azules, buen físico y adora las albóndigas.
En cambio Klaus, con sus rastas, su aire salvaje y bohemio es un imán para la gente. Y eso era algo que envidiaba Bergen. Y que le sacaba una cabeza.
Vale, Klaus mide un metro ochenta, y él un metro setenta y cinco. Vale, no es una diferencia bestial, pero ultimamente Bergen está un poco preocupado por eso.

Bergen y Klaus son amigos de toda la vida, y él siempre había sido el alto y guapo...Hasta que llegó la adolescencia. Maldita época. Bergen pasó de ser el cisne a ser el patito, y Klaus floreció en lo que la publicidad califica de ser apetecible, y claro eso hizo que cuando llegaron al instituto Klaus encontró amigos rápidamente y que las drogas fueran algo común en su fin de semana.
Nunca se dejaron de hablar o dejaron de ser amigos, incluso cuando Victoria insinuó (muy disimuladamente y con educación) que si se mezclaba con chusma igual se le pegaba algo.
Ese fue un día duro, pero lo superaron. Es lo bueno de ser casi como hermanos.

-Bueno, no te preocupes. No te van a decir nada porque vas conmigo- Klaus miró el reloj y frunció el ceño- Me voy a clase, hablamos en la comida.
-Vale, me quedaré estudiando esta hora- Berger se quedó en la biblioteca estudiando, mientras su amigo se marchaba.
Adoraba ese lugar por encima de todo, era el único sitio donde no pensaba nada más que en disfrutar de las mates. Si, él es a quien todos acuden para los deberes de última hora, y el accede. No le importa por que disfruta haciendo problemas, ecuaciones y todo lo que le echen. A demás es más fácil decir que si que escucharles por detrás sus acusaciones de “si no te cuesta nada, pero que rancio, etc, etc”

-Hola Berger- Marit Johanson, tan morena ella, con el pelo negro azabache y la piel blanca como la nieve, y lista como ella sola. Le encanta la literatura romántica y el cine de superhéroes. No, Berger no se había fijado para nada en esta chica. El siempre lo negará. Nunca se fijará en un chico como él, con una estatura tan...estandar. Es que no es ni muy alto, ni muy bajo. No destaca en absoluto. Pero claro, eso solo es la opinión de un joven que se mira todos los días al espejo comparándose con su mejor amigo.- ¿Más matemáticas?
-Pues sí. Ya sabes que me gusta lo clásico- La sonrisa bobalicona, y que se le haya escurrido el libro no tiene nada que ver con que le guste su compañera de estudio.- y tú ¿cómo es que vienes a esta hora?
-Tengo examen luego, y necesito repasar. Historia no es mi fuerte, y el auge y caída de Valdemar I de Suecia no me apetece nada.- Marit se dejó caer teatralmente en la silla contigua a Berger- ¿A quién le puede interesar este tipo? Está muerto y enterrado. Es historia, pero sin sustancia. No hizo nada…
-Bueno, defendió el país con uñas y dientes, y es un héroe nacional.
-Tan héroe no será, que no tenemos un día de fiesta en su honor.
-Ahí te doy la razón

Bergen y Marit estuvieron estudiando un rato hasta que la siguiente clase comenzó y cada uno se fue por su camino.

-Bueno, qué ¿sigues sin estar convencido de lo que quiero hacer por Victoria?- Klaus dejó la bandeja de comida al lado de la de su amigo
-No. Es que para empezar Victoria está con Alexander.
-Pero es un capullo.
-Pero es su novio. Asumelo. Vete a la fiesta, disfruta y olvidate de ella..- miró a Klaus a los ojos- No te merece.
-Mira no lo en- Klaus dejó la frase a medias porque se escuchó un estruendo en el comedor.

-Mira, pobre Sua se le ha caído la comida- Victoria hablaba melosa e inocente, cuando ella le había puesto la zancadilla a la muchacha.
-Victoria, tu siempre tan sutil- Sua se levantó del suelo con toda la dignidad posible- un día de estos vas a tener un problema con esa actitud- recogió su bandeja y la comida que estaba esparcida por el suelo.
-Eso, recoge bien la comida, como la rata que eres- Victoria se ocupó bien de que solo Sua la oyera, pero esta vez salió esquilada.
-Vicky, querida te dejas algo- Sua le tiró los restos de su comida, y después de la estupefacción el esbirro de Victoria reaccionó tirando parte de su comida a Sua y así comenzó una guerra de comida.

-¡Berger!- Klaus cogió a su amigo y lo apartó del lio mientras aprovechaba para sacar fotos de la guerra de comida.
-Pobre Marit y Sua…-Berger estaba realmente preocupado.
-Que las den, esto me va a hacer ganar puntos con Victoria- Klaus estaba emocionado seleccionando fotos
-¿En serio que solo te preocupa Victoria? ¿Viste lo que hizo?- Berger ya se estaba empezando a mosquear de verdad con el tema Victoria.
-Qué más da lo que haga, es mi amiga y la apoyaré en lo que sea.
-¿Aunque sea humillando a los demás?
-¿Quién ha humillado? Qué dices Berger
-Mira Klaus, seré más bajito que tu y tengo menos amigos que tu, pero creo que vivimos en realidades distintas. ¿te parece normal que la maryvicky acose a Sua sistemáticamente dia si dia no?
-¿Maryvicky? - Klaus se rió a mandíbula batiente- Estás fatal.- Klaus no perdía ojo a su instagram. Había que apoyar a su amiga.
Mientras Bergen se alejaba de él sin mirar atrás.

• Este relato está enmarcado en el Reto de escritura de #OrigiReto2018 para el objetivo: 8 - Escribe una historia en la que el protagonista esté obsesionado con algo relacionado con su altura .
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